MOUSSE DE FRESAS CON COBERTURA ROJA DE ESPEJO

Hoy vengo con una tarta muy fácil y primaveral, a la que le añadí una cobertura de espejo roja, que le da un aspecto espectacular. Pero siempre hay que recordar que lo importante es que la receta quede rica, así que si no tenéis ganas de liaros con la cobertura (porque requiere materiales específicos, como el colorante liposoluble), no os volváis locos y dejad la mousse tal cual. La mousse, sin la cobertura, se tarda menos de media hora en hacer. Dado que requiere un tiempo de nevera o congelador, si la queréis para la comida, lo mejor es hacerla pronto por la mañana, meterla media hora en el congelador y el resto del tiempo, en la nevera. ¡Así estará perfecta para el postre!

Aprovecho para deciros que esta es la última receta en unas cuantas semanas, porque me escapo unos días de vacaciones, así que hasta después de la maratón de guardias de la vuelta, no habrá tartas, ni posts ni tiempo para nada. ¡Espero que estéis todos ahí dentro de un mes, pasaré lista! 😉

MOUSSE DE FRESAS

• PARA LA BASE DE GALLETA

16 galletas maría.

50 g de mantequilla derretida

50 ml de zumo de naranja

• PARA LA MOUSSE DE FRESAS

300 g de fresas sin rabito y lavadas.

300 ml de nata de montar 35.1% MG

150 g de azúcar

3 hojas de gelatina neutra

• PARA LA COBERTURA ROJA DE ESPEJO

130 g de chocolate blanco

60 g de agua

50 g de azúcar

3 hojas de gelatina neutra

120 ml nata de montar 35.1% MG

Colorante rojo liposoluble (yo usé la marca Artipas)

• PARA LA TARTA:

1.- Se forra el fondo del molde (conviene que sea desmoldable) con papel de horno,

2.- Se trituran las galletas maría y se mezclan con el zumo de naranja y la mantequilla derretida para hacer una pasta.

3.- Se extiende en el fondo del molde intentando que sea uniforme y se refrigera.

4.- Se hidrata la gelatina en agua fría hasta que quede transparente (unos 5 minutos).

5.- Se trituran las fresas con la batidora y se cuela el puré resultante para quitar las pepitas.

6.- Se calienta el puré de fresas hasta que esté muy caliente.

7.- Se escurre la gelatina y se disuelve en el puré de fresas, removiendo hasta que esté completamente disuelto. Se reserva.

8.- Se monta la nata con el azúcar hasta que esté semimontada (picos blandos).

9.- Se añade el puré de fresas y se mezcla con la nata con movimientos envolventes para que la nata no pierda mucho volumen.

10.- Se vierte en el molde y se alisa bien la superficie con una espátula. Hay que intentar que no queden huecos de aire al llenar el molde, para lo cual conviene darle unos golpecitos al molde en vertical contra la encimera para que se asiente.

11.- Se congela la mousse durante 30 minutos o en la nevera entre hora y media y 2 horas.

Hasta aquí, todo es facilito, lo que viene ahora es completamente opcional. Podéis servir la mousse tal cual, sin ningún tipo de cobertura y decorarlo con unas fresas enteras o unas hojitas de menta. 

• PARA LA COBERTURA DE ESPEJO: 

1.-Por un lado, se hierve la nata (podéis hacerlo en el microondas) y se vierte sobre el chocolate blanco hasta derretirlo por completo. Se reserva.

2.- Se hidrata la gelatina en agua fría durante 5 minutos.

3.- Se hace un almibar con el agua y el azúcar y cuando hierva, se retira del fuego y se añade el chocolate.

4.- Se remueve bien y se le añade la gelatina escurrida. Cuando la mezcla es homogénea y la gelatina está completamente disuelta, se añaden unas gotas de colorante rojo.

5.- Se deja reposar. Si no se va a usar pronto (por ejemplo, si lo hacéis de víspera) se cubre el recipiente con papel film de forma que contacte con la cobertura, para que no haga costra.

6.- Cuando la cobertura está templada (se suele usar a 30º aproximadamente), se vierte sobre la mousse congelada. A mi me hicieron falta 2 capas para conseguir que quedara perfecto. Tened cuidado de no tocar la cobertura con los dedos, o se os quedará marcada.

Aprendí a hacer esta cobertura en un curso impartido por Gemma de Tartamanía en Más que Cookies, os pongo fotos de cómo cubrir la tarta con este tipo de cobertura. Que quede claro que la de las fotos no soy yo, que es la profesora del curso.

7.- Por último, se puede decorar con flores, como hice yo, o bien con unas fresas (enteras o laminadas), unas hojitas de menta… lo que tengáis a mano.

Nota: todo aquel que se niegue en redondo a hacer la cobertura de espejo, también puede hacer un poco más de puré de fresas y cubrir la superficie con él, lo cual también le dará buena presencia, brillo y añadirá sabor.