Los apasionados del chocolate como yo, encontraréis esta tarta absolutamente maravillosa por su profundo sabor y su textura. No os dejéis engañar por el número de ingredientes de la receta, es extremadamente fácil de hacer, no requiere máquina ni utensilios especiales, sólo os hacen falta 2 recipientes y unas varillas manuales.
He usado un chocolate negro al 70% de Cacao Barry (que es un chocolate negro suave bastante afrutado) mezclado con chocolate con leche para intentar equilibrar el amargor, pero si os gusta más amargo, podéis usar sólo chocolate negro al 52% o incluso al 70% según el gusto.
No sigo ninguna moda sin gluten y sin lactosa, como médico procuro ceñirme a la ciencia y esas dietas están exclusivamente recomendadas para pacientes alérgicos o intolerantes. Sin embargo, la receta en la que me he inspirado llevaba fécula de maíz y decidí no cambiarlo para que el trigo no aumentara de volumen en el horno. Además, los pacientes celíacos tendrán derecho a comer tartas buenísimas de chocolate ¿no? Esta es vuestra oportunidad si hay uno en vuestro entorno. Si sois intolerantes a la lactosa, podéis sustituir el yogur natural por uno sin lactosa o de soja.
Vamos al lío.
BIZCOCHO FUNDENTE DE CHOCOLATE
Para 2 moldes de 12 cm (cada una da para 3 personas)
2 huevos
75 g de yogur natural
60 ml de aceite de oliva
1/2 vaina de vainilla
80 g azúcar moreno
20 g cacao puro
65 g maizena
1/2 sobre levadura tipo Royal
30 g de avellana en polvo
40 ml de leche (2 cucharadas soperas)
90 g de chocolate 70% fundido
90 g de chocolate con leche al 40%
Spray y azúcar moreno para el molde.
1.- En un recipiente batís los huevos con el yogur. A continuación, se añaden el azúcar, el aceite y las semillas de la vaina de vainilla. Se mezcla todo hasta obtener una masa homogénea.
2.- Se tamizan la maizena, la avellana en polvo (si no encontráis en una tienda, lo podéis hacer en casa triturando con un robot de cocina), el cacao, la levadura tipo Royal y, por último, la leche.
3.- En un recipiente a parte, se funde el chocolate en el microondas a golpes de 30 segundos. Es mejor poner poco tiempo y sacarlo para comprobar cómo está porque el chocolate se quema muy rápido.
4.- Se vierte el chocolate fundido sobre la masa y se mezcla. Notaréis que la masa se espesa al entrar en contacto con el chocolate.
5.- Se preparan los moldes con spray desmoldante o con aceite y cubrís el fondo con azúcar moreno. Caramelizará y le dará a vuestro bizcocho un punto goloso espectacular.
6.- Con el horno caliente a 175ºC con calor arriba y abajo (sin ventilador), horneáis los bizochos durante 20 minutos. El centro tiene que quedar crudo y cremoso y los bordes hechos.
¡A disfrutar!
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