¿Puede haber algo mejor que la crema de chocolate perfecta? La respuesta, obviamente, es NO. No hay nada más satisfactorio que obtener una trufa perfecta, esa que relames de la espátula porque no quieres desperdiciar un solo gramo.

Y sí, yo os la traigo hoy, junto con un bizcocho fácil de chocolate, que se hace en un pis-pas. Lo importante de esta receta es, sin duda, la técnica de la trufa, que es en realidad una ganache montada de chocolate con leche. Que nadie se asuste por el nombre, no es tan difícil como suena. Os aviso de antemano, que el resultado dependerá de la calidad del chocolate que compréis, así que os recomiendo que uséis uno de buena calidad.
RECETA DE BIZCOCHO DE CHOCOLATE CUBIERTO DE TRUFA:
Para una bandeja de horno de 19×19. Si tenéis una bandeja rectangular grande, de unos 30 cm de largo, duplicad las cantidades.
PARA LA TRUFA/GANACHE MONTADA DE CHOCOLATE CON LECHE:
90 g de chocolate con leche 40% (yo usé Alunga, de Cacao Barry que es mi chocolate favorito).
90 g de nata hirviendo
75 g de nata fría.
PARA EL BIZCOCHO:
100 g mantequilla derretida.
62 g de leche
120 g de harina
1 cucharada de postre de impulsor químico tipo Royal.
34 g de cacao en polvo sin azúcar
120 g azúcar
1 huevo
75 g de nata
60 ml de café espresso caliente
1.- Empezamos con la ganache. Se hierven los 90 ml de nata y se vuelcan de golpe sobre el chocolate, mezclando hasta que se derrita todo. Si es necesario podéis pasarle el turmix para que emulsione correctamente. Cuando está todo integrado, se añade la nata fría. Se filma a piel y se reserva en nevera para que cristalice un mínimo de 2 h, aunque recomiendo unas 6.
2.-. Se precalienta el horno a 180ºC sin ventilador. Por un lado, derretimos la mantequilla en el microondas, le añadimos la leche y reservamos.
3.- Se bate el huevo con el azúcar. Se añade la mitad de la harina, el cacao y el impulsor (tamizados previamente). Se vierte la nata y se mezcla.
4.- Se vuelca el resto de ingredientes secos, se mezcla y se añade el café caliente. Por último, añadimos la mantequilla derretida.
5.- Se prepara la bandeja de horno, con papel de horno y spray desmoldante si tenéis. Se vierte la masa dentro y se hornea 18-20 minutos. (Si habéis usado el doble de tamaño, es posible que os haga falta más tiempo).
6.- Dejamos que el bizcocho se enfríe dentro de la bandeja. Cuando esté completamente frío (tardará no menos de 1 h), preparamos la cobertura.
7.- Se puede montar tanto con varillas eléctricas como con una amasadora tipo Kitchen Aid. Es recomendable que el bowl y las varillas estén fríos antes de montar la ganache, yo los meto en la nevera.
8.- Montamos la ganache como montaríamos nata, veréis que va espesando y en 1-2 minutos adquiere la consistencia adecuada (según la potencia de vuestra máquina). Tenéis que ver que en la ganache quedan las marcas de las varillas muy marcadas y todavía está brillante. Al sacarlo no se os caerá de las varillas. Hay que tener cuidado, no queda tan duro como la nata y se batís en exceso, se cortará. Al meter en nevera, el chocolate cristaliza y la ganache se hace más dura.
9.- Por último, sólo queda decorar y disfrutar.
